
El sábado 15 de noviembre, el Canòdrom será el escenario de una jornada de reflexión crítica sobre la inteligencia artificial, la comunicación y el diseño. Una mañana para imaginar colectivamente alternativas más justas y sostenibles en la era digital.
«¿Cómo integramos estas máquinas en nuestro mundo? Si la competencia lingüística —o artística/de procesamiento de la información— no es sinónimo de comprensión profunda, la responsabilidad humana debe seguir siendo central siempre que estas herramientas se crucen con nuestras instituciones.» Esta pregunta del escritor Leo Kim resume el espíritu del CruCruCru 2025, un festival que llega a su tercera edición con la voluntad de situar en el centro del debate una de las transformaciones más profundas de nuestro tiempo.
Una transformación sin precedentes
El mundo de la comunicación vive una sacudida sin precedentes. Los dispositivos electrónicos, las redes sociales y, ahora también, la inteligencia artificial están en todas partes. Aceleran procesos, transforman oficios y cuestionan los mismos fundamentos del acto de comunicar. Ante la eficiencia, la rapidez, la hiperproducción, la saturación y la concentración de poder… ¿es posible imaginar una comunicación más humana, crítica y sostenible?
Periodistas, diseñadoras, ilustradoras, escritoras, traductoras, artistas. Cada vez somos más quienes probamos, exploramos o nos enganchamos a la IA generativa. Herramientas creadas a imagen humana, pero totalmente inhumanas. Máquinas de aprender que simulan nuestra inteligencia sin ser inteligentes. Sabemos muy poco sobre cómo se alimentan estas IA ni sobre las intenciones oscuras de las empresas que hay detrás. Pero sabemos que ya han empezado a transformar la manera en que pensamos, creamos, nos relacionamos y trabajamos.
La inteligencia no es artificial si es colectiva
Bajo el lema «Ideas, prácticas y alternativas para una comunicación del futuro», el CruCruCru 2025 propone una jornada para repensar colectivamente cómo comunicar en un mundo de algoritmos. El festival no plantea la inteligencia artificial como un concepto abstracto, sino como una realidad que atraviesa nuestras prácticas profesionales y vitales, y nos invita a preguntarnos si es posible habitar la era digital sin renunciar a los valores cooperativos, sostenibles y éticos.
Organizado por la cooperativa l’Apòstrof, con la colaboración de Marta Delatte (Liquen Data Lab) en la producción y comisariado, y con el apoyo del Canòdrom – Ateneu d’Innovació Digital i Democràtica, el festival combinará diálogos, talleres e instalaciones artísticas con propuestas de participación y creación colectiva.
Una mañana de debate, experimentación y pensamiento colectivo
De 9.45 a 14.30 h, el Canòdrom acogerá un programa intenso que combinará reflexión crítica, participación y diálogo. La jornada comenzará con la mesa de ideas «La comunicación que queremos» (10 h), con Patricia Ventura, Cristian Palazzi y Judith Membrives, que abrirán el debate sobre los retos actuales de la comunicación en tiempos de inteligencia artificial, cambio climático y crisis de atención.
A las 11 h, las participantes podrán sumarse a un café y cartografía colectiva dinamizada por Núria Nia, para compartir emociones y prácticas en torno a la IA. A continuación, de 11.30 a 12.30 h, tendrá lugar el diálogo central «Tecnologías del nosotros: cuerpos, máquinas y ecosistemas en relación», con los filósofos Toni Navarro y Laura Benítez, moderados por Marta Delatte. Una conversación para reivindicar la dimensión colectiva, corporal y ecológica de la inteligencia artificial, y para recordar que detrás de cada clic, cada consulta, cada imagen generada hay una historia de materia, de energía y de cuerpos.
Tras una breve pausa, a las 12.45 h llegará la mesa de alternativas «Miradas que transforman», con Taller Estampa, el proyecto Donestech (Intervisions) y Anna Mundet, moderada por l’Apòstrof. Un espacio para compartir prácticas y metodologías que plantean nuevas relaciones entre tecnología, ecología y cultura, y para desmontar los mitos de la IA y hacer visibles los procesos que se esconden tras sus interfaces.
Instalaciones artísticas para repensar la tecnología, un vermut crítico y una clausura performativa
El festival clausurará con un vermut crítico (13.30 h) que se abrirá con un fragmento performativo de Berenguera, pieza de Maria Jover y Gerard Franch sobre el potencial de la IA en la dramaturgia y las artes escénicas, y que dará paso a un espacio de diálogo abierto entre ponentes y asistentes.
Paralelamente, de 10 a 14.30 h, se podrán visitar diversas instalaciones artísticas que cuestionan las relaciones entre tecnología, poder y ecología:
- Cartografía de la IA Generativa (Taller Estampa): Una mirada crítica y creativa a los territorios, infraestructuras y condiciones materiales que hacen posible la inteligencia artificial.
- Calculating Empires (Kate Crawford y Vladan Joler): Una investigación visual que recorre cinco siglos de interconexión entre tecnología y poder, trazando patrones de colonialismo, militarización y automatización.
- Post-IKEA (Blanca Pia / Apòstrof): Proyecto experimental que, con ironía, explora la influencia de IKEA en el imaginario colectivo mediante una red neuronal que genera nuevas páginas de un catálogo ficticio.
- Las flores soy yo (Marta Delatte): Instalación escénica y digital que reimagina a Mercè Rodoreda a través de la IA y el deep fake, proponiendo un diálogo poético entre literatura, naturaleza y tecnología.
Un punto de encuentro abierto y crítico
El CruCruCru es un festival que, desde 2021, impulsa la cooperativa l’Apòstrof para promover el pensamiento crítico y las prácticas transformadoras en los ámbitos de la comunicación, el diseño y la cultura. En cada edición, propone una mirada situada sobre los retos de nuestro tiempo, poniendo en el centro la colaboración, la sostenibilidad y la justicia comunicativa. Porque la inteligencia nunca es artificial si es colectiva.

