25 de Noviembre de 2021

Donestech: "Falta interseccionalidad y más visiones para que Internet sea para todas"

Donestech: "Falta interseccionalitat i més visions perquè Internet sigui per a totes"

El espacio digital no está libre de reproducir las estructuras patriarcales y acoger violencias y agresiones hacia las mujeres y las personas LGTBI. Las llamadas "violencias digitales" o "violencias online" reproducen relaciones desiguales y de dominación entre hombres y mujeres y limitan, a menudo, el ejercicio de libertades de las mujeres en Internet.

Con motivo del Día Internacional por la Erradicación de las Violencias Machistas, conversamos con Donestech, colectivo de mujeres que investiga e interviene sobre feminismos y tecnologías, sobre el impacto y las luchas colectivas contra las violencias digitales.

Hay cierta tendencia a calificar a las violencias machistas digitales como menos importantes que las presenciales. ¿Estáis de acuerdo?

Es cierto que hasta ahora no se les ha dado la importancia que merecen y se ha minimizado su impacto. Como se dan en el ámbito digital, parece que vayan a ser inocuas y que no vayan a tener impacto. Pero a medida que se han ido haciendo estudios, recopilando datos y atendiendo estas violencias nos hemos dado cuenta de que su impacto es muy importante.

Hoy en día estamos muy conectadas y ya no es posible diferenciar nuestra vida en el mundo digital o el mundo analógico. Siempre vamos con un móvil o un ordenador, nos relacionamos, trabajamos y tenemos relaciones afectivas a través de Internet, redes y TIC. Por tanto, lo que ocurre en este ámbito, afecta nuestra vida cotidiana y nuestro bienestar. Si recibimos agresiones, control y acoso dentro del ámbito digital esto tiene un impacto psicológico, físico, emocional, económico y laboral importante. A medida que hemos ido conociendo más estas violencias y sus impactos es cuando poco a poco hemos empezado a entender su alcance. En algunos casos, llegaron al suicidio y el feminicidio y aquí es cuando empezaron a saltar las alarmas.

Por ejemplo, la reforma de Ley 5/2008, aprobada el 17 de diciembre de 2020, ya incluye a las violencias machistas digitales como una forma de violencia específica y como un ámbito donde se dan violencias machistas diversas. En Catalunya, a nivel institucional, sí que hay, pues, un reconocimiento y ahora hay que seguir explorando los impactos de este tipo de violencia para dar respuesta. También ha habido un caso a juicio sobre violencias que se han dado sólo y específicamente en el ámbito digital y que ha tenido una sentencia que equipara los daños y perjuicios al mismo nivel que la violencia presencial.

¿Qué diferencia y qué se repite en las violencias que se dan en la esfera digital y en el mundo presencial?

Desde el ciberfeminismo siempre ha habido una óptica crítica pero optimista sobre Internet, puesto que estaba configurada como una red horizontal y descentralizada y poco controlada por las empresas. Poco a poco, el capitalismo se ha ido insertando y ahora Internet está gobernada por grandes empresas y un proyecto económico que se lucra a partir de la pérdida de derechos y de nuestra privacidad.

Hay muchas violencias que se daban en el mundo presencial y que se siguen dando en el mundo digital. En el caso de las parejas y exparejas, sería todo lo que tiene que ver con control y seguimiento, vigilancia o acoso sexual. Pero, a nivel digital, se añaden nuevas especificidades, como el anonimato. En el espacio digital no siempre podemos identificar a la persona que nos agrede, lo que no ocurre en el presencial. También existen otras características como la repetición, entendida como violencia sostenida en el tiempo y en forma de clics. Esto significa que otras personas se suman a esta violencia, compartiendo fotografías por ejemplo, que te exponen de forma constante. Y, por último, tendríamos la inmediatez y el hecho de que pueden darse 24 horas al día y 7 días a la semana.

Esto lleva a debate todo el tema de eliminación de contenidos y la importancia del derecho al olvido, que cuesta mucho ejercer. Por suerte, se están poniendo en marcha algunos mecanismos como el «Canal prioritario» de la Agencia Española de Protección de Datos en la que puedes denunciar la publicación de contenido online sobre tu persona sin consentimiento que te está dañando. Es un proceso largo y complicado pero se están dando los primeros pasos.

¿Cuáles son los riesgos de minimizar las violencias digitales?

Las violencias digitales tienen impactos importantes porque generan traumas, estrés, malestar físico y desempoderamiento. En estos momentos, Internet es el ágora social por excelencia y un espacio de participación muy importante para las mujeres y los colectivos minoritarios. Con estas violencias digitales, se nos está expulsando de ese espacio primordial. Así que el mayor riesgo es perder todas las voces, los relatos y presencia de las mujeres y personas LGTBI en estos espacios. Es una pérdida de derechos, igualdad y democracia.

¿Qué mecanismos de prevención tenemos en la actualidad y cuáles nos faltan a nivel de legislación?

Debemos seguir reivindicando cambios a nivel legislativo, de política pública e incidencia para que las empresas que gobiernan estas plataformas cumplan las regulaciones que existen a nivel de derechos humanos.

También es necesario seguir formando a las mujeres y las niñas, con menor acceso al desarrollo de las tecnologías, para que participen no sólo del uso sino del diseño y desarrollo de las tecnologías. Puede ser una de las medidas más importantes para reducir las violencias digitales y hacer de Internet un espacio con mayor equidad de género, democracia y donde el conflicto se pueda resolver sin agresiones ni violencia.

Al mismo tiempo, es importante generar espacios amigables en Internet, potenciar redes feministas, relatos y narrativas que visibilicen la historia y contribuciones de las mujeres a la tecnología, la ciencia y la sociedad en general.

Por último, a nivel de autodefensa, es importante seguir con la sensibilización y formación de muchos perfiles para poder entender cómo funciona la sociedad digital y prevenir los ataques y agresiones.

Violències digitals en línia

 

¿Consideráis que Twitter, Facebook y el resto de empresas tecnológicas con redes sociales deberían tener algún papel en la lucha contra las violencias digitales?

Toda persona, entidad o empresa que crea en los derechos humanos debe trabajar para parar cualquier tipo de violencia. Si las Big Tech son las infraestructuras de Internet donde ocurren estas violencias, aún más. Porque cada uno es responsable de lo que ocurre en su casa. Desgraciadamente, hacen la vista gorda porque están más interesadas en el dinero que en la vida.

Amnistía Internacional, por ejemplo, ya ha denunciado que el discurso de odio, la confrontación y la polarización que vivimos en la sociedad hace que la gente utilice más las redes sociales. Y las grandes empresas han visto que esto les da dinero. Facebook, por ejemplo, tiene una inteligencia artificial que reconoce y borra pechos cuando los encuentra en su red. ¿Por qué no han hecho el mismo esfuerzo en detener el discurso de odio? Porque ganan dinero.

Más allá de las empresas tecnológicas concretas, ¿es Internet una estructura patriarcal que propicia y sostiene estas violencias online?

Totalmente. ¿Quién construye Internet? Hombres, cis, blancos privilegiados. Quien construye, lo hace a su medida. Toda la información está centralizada en sus máquinas, nos clasifican y siguen. Esto es un problema. Existe un control patriarcal de todos nuestros movimientos.

En el mundo analógico, las mujeres hemos luchado para que nadie nos persiga ni controle lo que hacemos. ¿Qué ocurre con Internet? ¿O también con el móvil oa través de la inteligencia artificial? En la construcción de Internet falta interseccionalidad y más visiones para que Internet sea para todas. Falta apoyo a las infraestructuras feministas, las investigaciones feministas y los mundos interseccionales para que esa mirada nos libere del patriarcado.

En este sentido , ¿el software libre, de código abierto y creado a partir de las contribuciones que hacen las personas puede facilitar la creación de estas infraestructuras más feministas?

Naturalmente. El software libre se diferencia del privativo en el que cualquier persona puede verificar cómo está hecha una herramienta. Hay muchas aplicaciones móviles que descargan datos privados, como la agenda de contactos, que resultan muy valiosas porque permiten saber cuáles son tus relaciones y manipular a las masas. Es lo que hacen los anuncios personalizados que, además, están ayudando a la extrema derecha a nivel internacional.

Nos estamos moviendo hacia un mundo en el que mucha gente sabrá programar. Por eso es mejor que sea abierto: para verificar y para aprender. Esto permite romper el techo de cristal económico. No hace falta que seas rico para poder pagar un curso de Microsoft. Es necesario compartir el conocimiento. Los feminismos son muy a menudo cautivos de estas herramientas, como Twitter, cuando existen espacios seguros pero con poca capacidad de comunicación a gran escala. Por ejemplo, Mastodont es una red social federada. Esto significa que en lugar de existir un solo propietario, cada uno puede montarse una servidora con sus normas de uso. Es un placer estar ahí porque es un espacio con debates y sin crispación porque nadie gana dinero.

Hay otro proyecto que estamos desarrollando en DonesTech. A muchas de las víctimas de violencias machistas digitales, sus agresores les instalan software espía de control parental. En Android y IOS es muy difícil actuar porque sólo podemos acceder a una capa, no de toda la máquina. Este proyecto permite reciclar móviles e instalar un sistema operativo FLOSS para poder controlar todo lo que ocurre y también borrar software espía.

Si hay alguna mujer interesada en este proyecto, que nos escriba a info@donestech.net.

¿Y desde la base? ¿Cómo desarrollar estrategias de autodefensa colectivas?

Aprendiz de las propuestas que hacemos las ciberfeministas a nivel internacional. ¿Qué recomendamos? Utilizar software FLOSS. Existe el Canódromo, existe el Hacklab Feminista de Barcelona para aprender. Y podemos enseñar las estrategias de respuesta que hemos realizado internacionalmente. El software que utilizas cada día es tu voto de cada día. Con cada herramienta que aprendes de software libre, estás haciendo Internet más libre. Cada herramienta que las mujeres y los colectivos minoritarios aprenden contribuye a romper el techo de cristal. Conocer y controlar las herramientas de seguridad y capacidad. ¡Ven al FLOSS!